¿Hay algún grupo de Expulsados anónimos?

Una expulsión innecesaria vuelve a arruinar un partido del León, como en el torneo pasado

Pregunta seria: ¿Existirá algún centro de rehabilitación para cuando un equipo recae en las expulsiones? ¿no se supone que ya nos habíamos dado cuenta del mal que nos causan? Lo que le pasó al León ayer en San Luis fue realmente decepcionante. La manera que la Fiera se hizo el harakiri es de llamar la atención. 

La verdad es que León no comenzó mal el partido. Movía bien el balón y generaba peligro contra el rival. San Luis viene jugando bien, y sus respuestas también fueron peligrosas. Pero muy pronto una acción imprudente del “Perro” Romero dejó al León en desventaja numérica. Nos vimos en el meme ese de” Ay no, va a pasar otra vez” y pasó, como el torneo anterior que tantas veces vimos al  León arriesgar su trabajo futbolístico.

Pregunta seria: ¿Existirá algún centro de rehabilitación para cuando un equipo recae en las expulsiones? ¿no se supone que ya nos habíamos dado cuenta del mal que nos causan? Lo que le pasó al León ayer en San Luis fue realmente decepcionante. La manera que la Fiera se hizo el harakiri es de llamar la atención. 

La verdad es que León no comenzó mal el partido. Movía bien el balón y generaba peligro contra el rival. San Luis viene jugando bien, y sus respuestas también fueron peligrosas. Pero muy pronto una acción imprudente del “Perro” Romero dejó al León en desventaja numérica. Nos vimos en el meme ese de” Ay no, va a pasar otra vez” y pasó, como el torneo anterior que tantas veces vimos al  León arriesgar su trabajo futbolístico.

Esta ocasión, para más agravio, San Luis capitalizó ese hueco en la siguiente jugada. Dourado entró solo por la zona de contención y poco le faltó para meterse caminando con el balón, así cayó el 1-0. León se notaba en shock, y hubo alguna jugada esporádica en ofensiva que prometía una reacción a la altura de León. Todo fue un espejismo.

Inició el segundo tiempo y Vitinho, ese brasileño que nos pone a parir chayotes, tardó dos minutos en darle cauce definitivo al juego. Arrancó, nadie lo alcanzó y espero a Bonatini, que remató ajustado al primer poste y clavó el segundo. Y de ahí ya no salimos. Fue un tremendo golpe. Si había alguna estrategia para buscar emparejar el trámite y empatar, no se notó. El estado de ánimo de los nuestros se notaba por los suelos.

Del tercer gol ya ni hablar, pero también fue anotado por otro hombre que le ha tomado la medida al León, Murillo. Ahí San Luis ya no buscó más goles. Esperaron el término del juego porque estaba todo hecho. Pero el análisis que debemos hacer del León ya lo sabíamos. Lo hicimos muchas jornadas del torneo pasado porque parecían las mismas recomendaciones. 

Entramos 11, salimos 11, concentrados todo el partido, concretar las ocasiones de gol, seguros en defensa. Y se había hecho bien durante la segunda mitad del semestre anterior. Habíamos notado un avance en lo más complicado, lo de las expulsiones que hacen caer al equipo y lo dejan a merced del rival. De verdad, la exhibición de ayer suena como una recaída cuando uno tiene un mal vicio, pero saldremos de esta.

No busquemos culpables en lo particular. Este equipo nos ha dado grandes exhibiciones y alegrías. Ese es nuestro nivel, este duelo fue una mala noche. Se viene el duelo contra el América, en el Azteca. No se nos ocurre un mejor escenario para volver a mostrar que la Fiera va a estar en lo más alto del torneo. ¡Y si es con goles del Diente, mejor!

¡Dale León!

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