Lo mejor y lo peor del ciclo de Berizzo en La Fiera
Un año después de la llegada de Eduardo “Toto” Berizzo al banquillo del Club León, el balance de su gestión genera opiniones divididas. La Fiera, acostumbrada a propuestas ofensivas y a un protagonismo en la Liga MX, ha transitado por un camino irregular bajo las órdenes del técnico argentino. Entre momentos de orden táctico y pasajes de frustración ofensiva, la pregunta que se repite es si el proyecto de Berizzo va en la dirección correcta.
Uno de los principales aportes del estratega ha sido su intento de imprimir una identidad clara basada en la presión alta y el dinamismo, inspirada en el modelo de Marcelo Bielsa. Esta visión ha devuelto a León una intención de protagonismo que se había diluido tras el paso de Jorge Bava.
A nivel de resultados, si bien no ha sido un torneo espectacular, el equipo logró cierta estabilidad respecto al semestre previo, alejándose de la zona baja y rescatando triunfos importantes. En un entorno tan competitivo como la Liga MX, esa capacidad para recomponer el rumbo inmediato se valora.
Otro punto a destacar es la autocrítica de Berizzo. El técnico no ha ocultado las fallas del equipo y en más de una ocasión ha reconocido públicamente la necesidad de mejorar. Esa transparencia lo mantiene con un margen de credibilidad, incluso en los momentos de mayor presión.
La gran deuda de su gestión hasta ahora es la irregularidad. En alrededor de cuarenta partidos dirigidos, los números muestran un balance equilibrado entre victorias, empates y derrotas, lo que deja más dudas que certezas. El León de Berizzo no ha encontrado la consistencia necesaria para aspirar a los puestos protagónicos del campeonato.
A ello se suma la falta de contundencia ofensiva. La Fiera, históricamente identificada con un juego agresivo al frente, ha carecido de gol bajo su mando. La escasez de delanteros confiables y la dificultad para generar ocasiones claras han sido un problema recurrente.
Por último, la gestión de crisis tampoco ha resultado convincente. En más de una conferencia de prensa, Berizzo ha enfrentado cuestionamientos sobre su planteamiento táctico y su capacidad para replantear los partidos en situaciones adversas. La afición, exigente y acostumbrada a un equipo competitivo, no ha tardado en poner sobre la mesa el debate sobre su continuidad.
El proyecto de Berizzo todavía tiene margen para evolucionar, pero necesita transformarse pronto en resultados tangibles. León requiere reforzarse en ataque, ajustar su toma de decisiones en momentos clave y encontrar un equilibrio entre la propuesta ambiciosa y la efectividad.
Si el “Toto” consigue dotar al equipo de consistencia y gol, podrá consolidar una identidad propia y dejar huella en la institución. De lo contrario, el tiempo podría jugar en su contra y convertir su paso por el banquillo esmeralda en una etapa recordada más por la incertidumbre que por los logros.